Lavar y planchar en la vida diaria puede ser una tarea no muy placentera. Aún así, una mejor organización de tu cuarto de la colada puede hacerlo menos estresante. Descubre algunos consejos útiles que te ayudarán a cumplir con las tareas de tu hogar.
Organiza los artículos en cestas con etiquetas.
Usa recipientes de vidrio para el almacenamiento.
Utiliza 3 cestas para separar la ropa sucia.
Cuelga la tabla de planchar en la pared.
Decora con plantas y cuadros.
Ten siempre a mano tu centro de planchado.
El éxito del planchado no solo queda supeditado a ti mismo y a la calidad de la plancha de vapor. Puedes realizar la tarea más fácil teniendo en cuenta el trabajo previo.
Las lavadoras y secadoras más modernas tienen un modo de protección antiarrugas. Funciona de un modo puramente mecánico: Una vez concluido el ciclo de lavado o secado, el tambor mantiene un movimiento periódico. La ropa no queda en la misma posición, sino que se mueve de vez en cuando, lo cual impide la formación de arrugas. Esto es útil cuando no se puede estar para sacar la ropa inmediatamente. La cantidad de camisas que tienes que planchar sigue siendo la misma, pero la tarea es más fácil.
Si utilizas una secadora o tiendes la ropa al aire, recuerda que para unos resultados de planchado perfectos se necesita humedad. Sí, la plancha de vapor usa vapor para ayudarte en tu tarea, pero es una gran ventaja que la ropa no esté completamente seca para empezar. Así que si tus prendas necesitan planchado, no las dejes secar demasiado a ser posible. El planchado posterior será más fácil y requerirá menos esfuerzo.
Los suavizantes para ropa tienen un efecto acondicionador en las fibras. Impiden que las fibras individuales desarrollen conexiones demasiado sólidas durante el secado, que es lo que motiva la sensación de rigidez al tacto que se experimenta sin suavizante. En consecuencia, los tejidos están más suaves lo que permite que la plancha se deslice mejor.